domingo, febrero 15, 2004

Porqué somos como no debemos ser

Cuando caminamos por la calle vemos tantas personas y tan disímiles de nosotros, que nos parece como estar mirándolas a través de una pantalla de televisión, como si lo que vemos tan en directo solo fuera otra película.

Claro, no somos nosotros, somos los aficionados de un espectáculo, que vemos como sin que nos concierna, como diosecillos enseñoreados, que sin intervenir sentimos como que las cosas que nos pasan cerca de nosotros no nos atañen.

Porqué el caballero de corbatín verde no deja de conducir tan apresuradamente, y se hace cargo de la responsabilidad que lo enseñorea, y nos expone a todo el personal que transporta a un accidente inminente ?

Porqué la secretaria de medias tornasoladas, no deja de hablar por telefóno, y me atiende prontamente ? acaso su sueldo no depende de lo que todos los usuarios le pagamos ?

Porqué esa señora corre como loca, y al rozarme casi me hace caer mi helado de fresa preferido ?

Porqué ese taxista pasa como loco, manejando desesperado, y poniendo en peligro a cuanto transeúnte se atraviesa a su despistado paso ?

Porqué ese periodista insiste en culpar irritadamente al jugador de fútbol, que el pasado domingo, en lugar de patear el balón sobre el arco, lo pateó contra el publico en un riflazo que de repetir la acción demoledora contra los vidrios de la tribuna, hubiera fulminado el arco enemigo ?

Todo conserva un porqué intrínseco, que dentro de nuestra cabeza bulle con rabia a veces, con cinismo algunas otras, y hasta con asangrado espíritu de homicidas potenciales, porque no aguantamos ese cinismo visible que no se adapta a nuestra manera de pensar. Porqué, porqué, y todos los que quiera anteponer a todos los aquí escritos.

Será razonable tanto porqué, o la razón es de los demás únicamente? o será la razón de todo el mundo ? Para responder a tales inquietudes, analicemos todas las situaciones una a una, y al final discerniremos, si hay o no hay razón, o por el contrario, lo que existe es una insanita que amerita un remedio inmediato.

Veamos: ¿ el señor del corbatín verde, tiene alguna razón de peso, para que juegue con la vida de los pasajeros que transporta ? El señor responde: pues si señor, un hijo en mi casa se muere, y por tanto requiero terminar cuanto antes el presente recorrido, para correr hasta la casa a llevarle una medicina que necesita de manera urgente.

Veamos: ¿ la secretaria de medias tornasoladas debe jugar con el tiempo de los demás, y someter a todas las personas que hacen fila a esperar hasta cuando la susodicha termine su perorata ? La secretaria responde: pues si señor, mi suegra no pudo pagar el recibo del teléfono en su fecha última, y estoy tratando de que se lo reciban a través del Conavitel de mi esposo, usted entiende, quedarse uno sin teléfono en Bogotá, y ella es la persona que me cuida la nena mientras estoy trabajando ?

Veamos: ¿ la señora que corre como loca tiene derecho a hacerme caer mi paleta preferida ? La señora de pañoleta roja, responde: qué pena señor, pero no lo vi por una parte, y por la otra,

No hay comentarios.: