Hoy valentin prefirió salirle adelante a las respuestas, y se fue lanza en ristre en busca de las preguntas.
No era un día cualquiera, aun cuando lo pareciera, como así lo sentían los miles de vendedores informales apostados a lado y lado de las vías.
Un hombre sin querer, que se topó de trompicón, queriendo saber la hora confundió la respuesta y se la zafó la pregunta: “ Señor, ha visto usted por aquí la esperanza ?”
Si que la había visto, y no solo eso, había estado tan cerca que casi me hubiera atrevido a capturarla de no haber sido porque una patrulla se me adelantó en el empeño.
Pero sería esa la que buscaba el desventurado indagador ? O sería talvez aquella otra, que sin mirar pasó cerca de mí, sin saludar siquiera, y que pasó muy cerca del último comprador de lotería de la esquina ?
¿ Y todas esas otras, que con el mismo nombre pasaron junto a mí, no eran acaso también esperanza de un buscador sin esperanza ?
“No, señor, no la he visto. Como usted, también la estoy buscando. Quiere que le acompañe en su búsqueda ?”
Desde aquel día sin nombre, una muchedumbre deambula por el mundo, buscando la esperanza, y un hombre feliz en una pollina no se cambia por nadie porque supo que la encontró.
No era un día cualquiera, aun cuando lo pareciera, como así lo sentían los miles de vendedores informales apostados a lado y lado de las vías.
Un hombre sin querer, que se topó de trompicón, queriendo saber la hora confundió la respuesta y se la zafó la pregunta: “ Señor, ha visto usted por aquí la esperanza ?”
Si que la había visto, y no solo eso, había estado tan cerca que casi me hubiera atrevido a capturarla de no haber sido porque una patrulla se me adelantó en el empeño.
Pero sería esa la que buscaba el desventurado indagador ? O sería talvez aquella otra, que sin mirar pasó cerca de mí, sin saludar siquiera, y que pasó muy cerca del último comprador de lotería de la esquina ?
¿ Y todas esas otras, que con el mismo nombre pasaron junto a mí, no eran acaso también esperanza de un buscador sin esperanza ?
“No, señor, no la he visto. Como usted, también la estoy buscando. Quiere que le acompañe en su búsqueda ?”
Desde aquel día sin nombre, una muchedumbre deambula por el mundo, buscando la esperanza, y un hombre feliz en una pollina no se cambia por nadie porque supo que la encontró.
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