miércoles, agosto 11, 2004

Para una EXTRAÑA COINCIDENCIA


Hola dama. Ni te extrañes por que te escriben con la frecuencia menos esperada, pero tampoco lances vivas al cielo porque renació el e-mail, al compás del chachachá del mes.

Ni lo uno ni lo otro, mujer, porque ninguna de las dos cosas son verídicas, aun cuando mucho tienen de realismo mágico.

Hoy es un día de esos que tenemos que suplir con la escritura, para acallar los silencios de los días y de las madrugadas, y volver a su estado natural lo que la falta de rutina transformó en ausencia y lejanía. Y quien mejor modelo de escritura para ausentes, que tu, alejada, alelada a veces por las cosas, dubitativa ante la vida de las cosas, dura ante lo inanimado de la vida y encadenada a las ataduras del presente.

Ausencias de frases, ausencias de pensamientos apropiados o inapropiados, ausencias de comportamientos obligados por las circunstancias, ausencias que contaminan más que la misma falta de las letras de molde y de las otras, todo en un lío que yace expectante como con ganas fluir hacia alguna parte.

¿Si sabías que en el amor a veces los enamorados se saltan capítulos, y en otros, por la misma euforia del amor de medio tiempo, vuelven a releerlos y a resentirlos y a repasarlos como en una película de VH ? Tampoco tu te has saltado los capítulos hacia delante ni hacia atrás, creo que has preferido escribirlos, con tu método de molde y de hormiguita aprendido tras doce años de dura briega, con un desliz pequeñito: querer aplicar en la nueva situación el mismo método de trabajo anterior que resultó sin resultados y que te dejó un sabor dulzón que aún te estriega el estómago….. ¿Será que hay otros métodos menos ortodoxos y más insurgentes y más pletóricos y que los libros sacros no contemplan ? Pero no te entristezcas que estas son historias de las historias extraordinarias de repaso de lo que pasa, y sólo aprendiendo se aprende, y aún es tiempo de aprender, como en el bello poema de Porfirio Barba Jacob.

¿Algo no se dijo, o algo no pasó ? Sí y mucho, porque en toda historia de libro solo queda por escribirse el capitulo principal, adornado por todos los otros cien capítulos que conforman todo el historial, con un detalle digno de la paciencia del santo Job: que las arandelas del amor se pueden comprar en cualquier supermercado o papelería de cadena, en tanto que el capítulo principal que puede tener mil hojas o una, sólo nacerá fluidamente del corazón enfebrecido de sus protagonistas con el tamaño minúsculo de un fríjol de aguacate.

Los mejores realities no están en la televisión: están en nuestras manos, en nuestros sueños, en nuestro alrededor, y a nuestra vista y a veces a la vista de los demás, para ser vividos con la intensidad loca o cuerda que los corazones quieran imprimirle.

Que tu tiempo no se turbe ante estas palabras escritas para alardear de nuestra extremaución de sentimientos, y que antes bien des un alarido de satisfacción por recibir entre tus brazos frases de frases como fresas, que si son dulces, vienen en tarritos de supermercado, y que si no lo son es porque como Newton estamos bajo un árbol de manzano.

Salud, dama, y que el sol no solo salga hoy sólo para solazarse ante la naturaleza tropical sino para afiebrar tus cabellos entumecidos por el agua fría de tu ducha.

Desde este mundo, VALENTIN


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