sábado, abril 03, 2004

DOMINGO DE RAMOS SIN RAMOS

Hoy es víspera de domingo de ramos, del uso de la palma de cera, y Oh tenaz tragedia, el único pueblo que tiene derecho a gozarse la palma de cera, no lo puede hacer.

Si, una ley se lo prohíbe expresamente, incluso con prohibiciones que pueden llegar a restringir su libertad de movimientos en todo el territorio que vio crecer su árbol nacional.

Porqué tal exabrupto ? No poder consumir aquello de que nos dotó la naturaleza en gran medida y con tal abundancia, parece como para Ripley. Ya lo expresó el novelista de los cien años lo que nos ocurriría el día que los excrementos tuvieran algún valor, sí, naceríamos sin intestino grueso y demás ausencia de tripamenta. Claro que el panegirista utilizó sus palabras favoritas de grueso calibre.

Hasta para utilizar en uso y consumo domestico nuestro árbol nacional, necesitamos pedir prestado y pedir permiso. Qué cosa, que ahora hasta en nuestra tierra seamos desestimados, y en la única parte donde podemos sentirnos territoriales no podemos ni siquiera asomarnos a su sombra por temor a que algún defensor internacional nos aprese y nos lleve de cabestro al temido tribunal internacional.

Hoy, cuando el árbol nacional sufre la misma ausencia del cóndor de los andes, señores, hagamos una de dos cosas :o sembremos todo el territorio de la palma de cera, y exportemos nuestro árbol nacional, o olvidemos del asunto y sigamos sembrando lo único en yerba por lo cual nos reconocen en el mundo entero, antes de que algún día le de al mundo entero por prohibir su corte y confección.

Tal pena me causa todo esto, que casi creo que la palma de cera estuvo presente en el paraíso terrenal, y que fue el tan denominado árbol del bien y del mal, que causa bien cuando es de los demás, pero que causa mal cuando es nuestro y cual barbies de celuloi deben permanecer en los escaparates para su sola observación.

( sUS COMENTARIOS A : valentin24horas@fastmail.fm )

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