La ORACIÓN, ¿ sirve para algo ?

LA ORACIÓN, ¿ para qué sirve ?



La ORACIÓN es un medio de comunicación con Dios, monopolizado por todas las religiones.

La ORACIÓN utiliza el ruego como una forma suplicante, que se da individual, y ocasionalmente grupal, como lo apreciamos en las religiones cristianas, judaicas, ortodoxas, etc.

La ORACIÓN es un vehículo que permite llegar a Dios, o al ser superior, de una forma directa y en vivo, donde el hombre mendicantemente expone al altísimo sus necesidades, sus dolores, sus temores, sus afugias, sus deseos reprimidos, con tal credulidad y convencimiento, que al finalizar sus actitudes teatrales y hasta lloriqueantes se siente liberado del peso tormentoso que lo agobiaba.



Por tanto la ORACIÓN además de liberar del peso diario, se transforma como en un bálsamo al que todos accedemos, con un sentimiento de credulidad y liberación, alegrando los corazones y simplificando la vida de los feligreses.

La ORACIÓN competente llega a ser una “ecuación exacta” de dialogo, donde Dios viene a nuestro encuentro de una forma comprensiva, dándonos a entender que él estará allí siempre si nosotros le correspondemos con nuestras ofrendas, sacrificios y buenas acciones.



Pero igualmente la ORACIÓN perderá su eficacia matemática, si el dialogo se vuelve unilateral y de sordos, con rogativas unidireccionales sin ninguna contraprestación en sacrificio y actitudes misioneras.



La ORACIÓN se volvió para el mundo una herramienta elemental de comunicación con el altísimo, practicada por el hombre en todas sus razas, en todos los estratos económicos, en todas las filosofías, y con una aplicación sin excepción en los casos en que una catástrofe se apodera de la humanidad. Se sabe de casos de ateos, que en medio de la tragedia aterradora que los agobia, sólo encuentran en la ORACIÓN la única salida a la inexplicación de lo que ocurre a su alrededor. Hasta los ateos consideran que la ORACIÓN es la mejor manera de no pelearse con Dios.

Por todo lo anterior, se puede pronosticar, que a diferencia de toda droga, la ORACIÓN es la única que no causa daño en cosa ajena, y que hasta como paliativo reconforta los espíritus mas desasosegados. Ore amigo lector, que por lo menos como terapia le devuelve la paz que le hizo perder su última vivarachada.