lunes, abril 19, 2004

SE SALVÓ TRANSMILENIO

UNA SOLUCIÓN PARA TRANSMILENIO

En un blog anterior, daba un análisis grosso modo de todo el sistema transmilenio, y dejé para este blog, una solución de ocurrencia que tuve ya hace algunos días.

El problema era nada menos que el confort al viajar en los transmilenios, todos apretujados, sumándole a esto, los pescozones, los pisotones y los empujones sin nombre que se sufren inmisericordes al estorbar a las entradas, a las salidas, en la mitad del vehículo, no habiendo un lugar dentro del vehículo donde no se estorbe eficazmente; se viaja de premio y se estorba ídem.

No sé a quien se le ocurrió, o de dónde lo copió, que todas las puertas cumplen su función si a través de ellas se deja entrar y salir personal, aire, y gases. Mirada de esta manera, pareciera lógico, con la lógica chicha que dan las ventanas que se hicieron para mirar a través de ellas, pero no para ser utilizadas para desplazarnos a través de ellas, y sin embargo en mas de una ocasión se nos invita a atravesarlas, como en aquella manida: en caso de emergencia, rompa un vidrio, y… salte al vacío.

Si, está bien que las puertas presten un servicio de paso de personal, pero hay pasos que sin señalización pueden obliterar las entradas, las salidas, y que en lugar de evacuar, ya sea entrando o saliendo, taponan impidiendo el flujo sano.

¿ Cómo verían señores la efectividad de estas puertas de entrada y salida, si en lugar de personas, lo que por allí circulara fuera gas ? ¿ U otro fluido ? Alcanzaría alguna vez el anhelado final, y el desborde ansiado ? No, de ninguna manera, y si el fluido hablara, con seguridad que ya habría demandado a todo el sistema.

Si señores, eso es lo que falta al sistema transmilenio para que las estaciones actúen como auténticas válvulas de escape y de acumulación de personal: circuitos cerrados de flujo que no se estorben entre sí, y que permita al flujo de personas destilarse amalgamadamente, fluir sosegadamente, a una velocidad de avance, a una rata de movimiento.

Y como obtengo ese ansiado fluir permanente, como en la histórica búsqueda del movimiento eterno ? Pues haciendo que el flujo de personas tengan una dirección predeterminada, siendo en el sentido de las agujas del reloj o viceversa, pero todos mirando para el mismo lado, y corriendo para el mismo lado, y sin estorbar, como ocurre en la actualidad, donde por mejor ubicación que se logre dentro del vehículo, estorbamos. Casi aplicamos la máxima cristiana con soltura de trasnmilenio: estorbe a su prójimo como así mismo.

Propongo por tanto, señores, que en lugar de incentivar en las personas que usan el transmilenio la retrasada manía de estorbar, los pongamos a todos a circular dentro del vehículo, a que se desplacen dentro de él, a que lo conozcan de cacho a rabo, a que lo sientan en su kilométrico desenlace desde su puerta No. 1, a la No. 2 y a la No. 3.

Qué significa toda la propuesta ? Que aplicando el principio del SENTIDO COMÚN, se utilice la puerta mayor No. 1, para el ingreso de personal, y se utilicen las otras puertas, las Nos. 2 y 3, para evacuación del personal, y de esta manera se salvan los problemas de: (1) Arremolinamiento de personas en las puertas entradas y salidas, que originan los racimos humanos a veces imposibles de desenredar (2) Retardo en la salida y entrada de personal, que es causa que se desperdicie tiempo y se dilate de tal modo, que se consume un 25% más del tiempo necesario para depositar los pasajeros en las estaciones y (3) El mal genio que causa utilizar el servicio, pero que toca usar hasta que se adopte una solución como la planteada.

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